MT. CERVINO por la ARISTA HÖRNLI ALPES-SUIZA
12 DE AGOSTO DE 2018
Dificultad, escalada y trepadas de IIº / IIIº / IVº / IV+
Tiempo total, 21h. ascenso y descenso (contando desde el refugio Hörnli)
Respecto al tiempo empleado hay que pensar que en algunos puntos había que dejar pasar y en algunas reuniones teníamos que esperar a que se despejara para poder continuar.
El
pasado 12 de agosto de 2018 a las 11,30h , conseguíamos hacer cima en el Monte Cervino llamado también Matterhorn a 4.478m de
altitud, situado en pleno corazón de los Alpes.
Se ha escrito más sobre su piramidal roca que sobre
cualquier otra montaña del mundo. Geológicamente ésta montaña está aislada del
resto haciendo que se reconozca fácilmente, se yergue de forma esbelta entre el
resto de cimas circundantes, tiene forma piramidal con cuatro aristas,
“llamada la montaña perfecta”, no solo
atrae por su forma, sino también por su dificultad, no en vano fue uno de los últimos cuatro miles en ser ascendido en los Alpes.
Pico soñado por cualquier alpinista, su dificultad en
ascenderla hace que se emprenda esta
escalada con mucho respeto y temor.
Surgen las dudas, preguntas y emoción cuando miras hacia arriba pero hemos
venido aquí para intentarlo.
No solo es una ascensión, es la historia montañera más
grande vivida, un año de preparación física y técnica, mucho tiempo empleado,
dedicación en prepararnos en Pirineos, obtener toda la información posible,
controlar la meteo durante el mes anterior,
un gran esfuerzo económico, pero sobre todo hemos puesto mucha ilusión.
Zermat con sus carruajes tirados por caballos, pequeña población donde sus gentes han hecho posible vivir sin vehículos a motor.
Desde Zermat al fondo podemos ver el Cervino
Nos trasladamos a la población suiza de Täsch, pequeño pueblo antes de Zermat y desde aquí en teleférico hasta Schwarzsee a 2.552m para comenzar a caminar hacia el refugio Hörnli, 3.260m (700m de desnivel)
Camino hacia el refugio Hörnli
Desde el refugio tenemos una buena visión de la ruta a seguir
A partir de aquí ya da comienzo la escalada, duro en sus primeros metros, una pared vertical, este primer tramo está equipado con cuerdas fijas, siguen tramos muy expuestos de trepadas y escalada hasta el refugio Solvay a 4.000m llevamos ya otros 740m de desnivel desde el refugio Hörnli.
Las fuerzas empiezan a fallar, el tiempo se echa encima, deberíamos haber llegado antes para poder continuar con éxito hasta la cumbre, tomamos la decisión de quedarnos a dormir en el refugio Solvay.
A la mañana siguiente cuando rompe el alba nos equipamos para afrontar los 478m que nos quedan de escalada
hasta la cumbre.
Este tramo es uno de los de mayor dificultad, la primera parte de escalada, la llamada placa Moseley de IVº+ al principio de la mañana sin haber calentado, escalando con botas y con lo poco que habíamos desayunado se hace con bastante dificultad, pero lo vamos superando poco a poco, miramos con recelo a lo lejos y vemos algunas cordadas que están bastante arriba, pero mejor concentrarse en lo que tenemos delante para no hacer sufrir demasiado a la mente.
Último tramo de la placa Moseley
Vamos ganando altura, los abismos son sobrecogedores, mejor no miramos hacia abajo y seguimos escalando hasta llegar al hombro (Schulter 4.250m)donde son necesarios ponerse los crampones, hacemos un respiro y continuamos ya por terreno mixto, entre roca y nieve trepamos y seguimos trepando, hasta que la arista nos saca a la imponente cara norte, el desnivel es de 45º la nieve está muy buena y podemos clavar el piolet con contundencia, esto psicológicamente nos da un cierto respiro y seguridad, aquí la mente trabaja tanto o más que el físico.
Los puntos de anclaje cada vez alejan mas, un mínimo
descuido.. un mínimo fallo.. en fin, son cosas que no se pueden permitir, no podemos dejar que la mente se relaje,
seguimos ganando lo últimos 100m vemos
el santo que hay sobre la cima, San Bernardo, la emoción, las lágrimas, los
nervios, las sensaciones vividas en estos momentos no se pueden describir con
palabras, hay que vivirlo.
Nuestro sueño se hace realidad, hemos conseguido llegar a una de la
cumbre más emblemática de los
Alpes,
Mt. CERVINO.
Tanta dificultad, sufrimiento, estrés, nervios, cansancio,
para unos minutos gloriosos, pero
superado con creces por estos minutos vividos aquí arriba.
San Bernardo, símbolo de la cumbre Suiza
Ahora toca preparar el descenso igual o más peligroso que el
ascenso, montamos un rapel tras otro y así hasta que la arista nos deja
progresar en ensamble e ir descendiendo y destrepando con mucho cuidado, no nos
podemos permitir un error.
Continuamos rapelando y después toca
destrepar y así hasta la última pared que hay que volver a montar el último
rapel para poner los pies en terreno firme, ahora sí que podemos celebrar
nuestro éxito, el Cervino nos ha dejado tocar su cima.
Gracias MATTERHORN.
Enhorabuena titanes!!!
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